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crisis de pareja generada por nuevos roles

Crisis de pareja generada por nuevos roles: maternidad y paternidad

La maternidad y paternidad supone una ruptura con el modo de vida anterior

La paternidad y la maternidad son una situación estresante que provoca una ruptura entre la situación anterior (pareja de dos miembros) y la construcción de la nueva familia. La pareja necesita tiempo para acoplarse a esta nueva situación. La maternidad y la paternidad no son un «camino de rosas». Todo depende de la actitud y de las estrategias de afrontamiento en este proceso de cambio.

La llegada de un hijo supone la ruptura inmediata con el modo de vida anterior. La madre ha tenido nueve meses para ir adaptándose de forma gradual; pero para el padre es radical. Lo cierto es que durante un tiempo el bebé reclamará la presencia de, por lo menos, la madre, haciendo que la vida conocida hasta la fecha desaparezca. Si la madurez psicológica no es total, llegarán muchos problemas en forma de frustraciones, y lo que se debería ver como algo maravilloso que forma parte del trascurrir de la vida se ve como una carga, un fastidio, una cortapisa de la libertad individual… Esto sucede más en madres y padres muy jóvenes, menores de 25 años que no llegan a entender qué significa la responsabilidad de la paternidad. No es un tema baladí, puesto que, además de afectarles como pareja, sobre todo les afecta como padres y puede que no siempre actúen de la mejor manera.

Qué factores influyen en la crisis de pareja

Los hijos provocan cambios en la pareja; ésta se tiene que ir adaptando a la nueva situación. Las parejas necesitan tiempo, comunicación y alta dosis de paciencia. Hay ciertos factores que pueden influir, facilitando o entorpeciendo la relación de pareja:

Las condiciones previas de la pareja y las expectativas sobre la paternidad.

Es fundamental saber gestionar las crisis que surgen en la pareja. En la capacidad para resolver las diferencias, influyen «las condiciones previas de la relación de pareja», que sea una relación sólida, estable, comprometida, con buenos niveles de comunicación y afectividad, con respeto. Si una pareja ya se llevaba mal o muy mal y tenía mala comunicación antes de la llegada de un bebé, el nacimiento empeorará la relación de pareja.

También influyen las expectativas que ambos miembros de la pareja tienen sobre la maternidad y la paternidad. Hay personas que tienen hijos para no estar solas, otras porque el cónyuge quiere un hijo y para evitar una ruptura, otras para regalar vida, etc. Dependiendo de lo que se espera de los hijos, también la adaptación es más o menos fácil.

La comunicación e inteligencia emocional son fundamentales para la supervivencia de la pareja.

Es fundamental saber expresar los sentimientos que uno tiene sin caer en una acusación o un ataque al otro. Utilizar frases tipo «yo sé que tú haces esto con amor, pero lo cierto es que yo lo percibo como un ataque y no me gusta porque me hace sentir minusvalorada».

Las parejas que hablan, que se escuchan, que se comunican diciendo lo que sienten, tienen más facilidad para gestionar sus conflictos, ya que al hablar, se «ventilan» los asuntos y no se quedan enquistados. Comunicarnos emocionalmente, aunque nos digamos cosas que en un principio no nos gusta escuchar, nos acerca como pareja, nos pone más tiernos y más receptivos.

Aprender a gestionar a las familias de origen

Un poco de intimidad, por favor, las suegras y demás familia política, para los domingos. Las parejas con bebés sufren un cambio muy importante en sus vidas y como todo cambio, este también necesita de cierta intimidad. Muchas mujeres necesitan de la constante presencia de su madre en casa, pero para el marido no es la madre sino la suegra y si ya de por sí se siente desplazado, este hecho no ayuda demasiado. Es fácil recurrir a esa valiosísima ayuda, pero mejor que desaparezca cuando llegue la pareja a casa. Hay que recordar que muchos hombres se ven intimidados por la presencia de sus madres políticas y comienzan a sentirse incómodos en su propia casa. La familia política es mejor para las comidas familiares distendidas.

La intimidad de la pareja en estos casos y descubrirse como padres el uno al otro son esenciales en estos momentos. Además, cómo no, los siempre mal venidos comentarios de todo el mundo (muy especialmente de las abuelas y cuñadas) sobre el modo de crianza escogido y que no siempre caen bien, especialmente en una madre recién parida. Los consejos no pedidos sobre cómo das el pecho, si lo das o no lo das, si coges al bebé en brazos…no suelen caer bien. Como a veces son inevitables porque no se tiene la confianza necesaria para pedir que no se digan, cuanto menos los escuchemos, mejor para nuestra salud mental. El instinto de cada madre es infinitamente mejor que el de cuatro abuelas opinando a la vez.

Los hijos implican cambios en la pareja.

Los hombres también sufren cambios por la paternidad.

Muchos hombres, con la llegada de un hijo, adquieren un mayor grado de responsabilidad a la hora de afrontar su vida laboral y comienzan a sentir miedos hasta ese momento desconocidos. Muchos optarán por no decir nada a su pareja para evitar preocupaciones, pero eso no significa que no estén durante una primera etapa descolocados en esa nueva perspectiva de vida y de trabajo.

Algunos hombres pueden sufrir celos de la relación que se establece entre la madre y el bebé. Aquella mujer que siempre estaba pendiente de él ahora casi nunca está disponible. Hay mujeres que se olvidan de que también son «pareja», y sólo pueden atender su rol de «madre».

Los efectos de la alteración hormonal y la falta de sueño en las mujeres

Las hormonas, esas «amigas traicioneras». Las hormonas en el postparto pueden jugar una malísima pasada que puede hacer tambalear los cimientos del matrimonio más estable: llantos injustificados, creer que estás sola, que han dejado de quererte, sentirte fea, distinta a quién eras, y algo que ayuda poco, dormir a trompicones, hacen el resto. Mucho amor, mucho cariño, mucho apoyo moral con frases tipo: «qué buena madre eres», «qué bien lo estás haciendo», «esta etapa va a pasar». Las mujeres necesitan una clara demostración de que se está ahí para apoyarlas en todo momento.

El cuidado de los hijos no es una tarea exclusiva de las madres.

Muchos hombres, por temor a no hacerlo bien o por cultura, participan poco o nada en la crianza de sus hijos hasta que estos no caminan. El hecho de que sea la mujer la que siempre se haya dedicado a la alimentación de la cría por dar el pecho hace que, generación tras generación, se siga asimilando ese concepto. Aunque es cierto que poco a poco las cosas han ido cambiando, lo cierto es que muchos padres se acercan poco al recién nacido. Es verdad que son las madres las que dan el pecho, pero hay un montón de cosas que ellos pueden y deben hacer, ya no sólo para aliviar a la madre que necesita descansar sino también para establecer vínculos con el bebé.

La responsabilidad de ser padres.

Es importante que la pareja sea consciente de que la llegada de un hijo es una gran responsabilidad, un reto que dura para siempre, que traerá muchas satisfacciones y también muchos quebraderos de cabeza. Sobre todo, es muy importante asimilar que la nueva vida será diferente, pero no por ello peor; los planes dejarán de ser siempre de noche para ser siempre de día (o casi siempre) y la mayoría de las veces, en torno al 99%, estarán destinados a que el bebé, los niños, disfruten. Un joven que cree no haber vivido lo suficiente y añora su etapa anterior puede que no asimile bien su nueva faceta de padre, algo que, sin duda, le traerá problemas.

Si es vuestro caso, estáis en crisis en pareja por vuestro nuevo rol como padres y buscáis una especialista en terapia de pareja en Madrid, puedo ayudaros. Soy Psicóloga y terapeuta de parejas. Tengo el despacho presencial en Madrid, zona Plaza de Castilla y también online.

Imagen de serrano1004 en Pixabay

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El blog de Coaching-Gestalt es un espacio para compartir. Encontrarás artículos relacionados con psicología, coaching, lecturas recomendadas, reflexiones en modo de historias sobre el Camino de Santiago. Me gustará recibir tus comentarios y te aclararé las dudas que te puedan surgir sobre los temas desarrollados.

Elena Cocho

Realizo terapia individual con adultos, atiendo parejas, asesoro a padres en temas de educación y de gestión de emociones, acompaño a ejecutivos y directivos en sesiones de coaching e imparto talleres.

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