Blog

El blog de Coaching-Gestalt

Como te puede ayudar la terapia Gestalt en tu desarrollo personal

Cómo te puede ayudar la terapia Gestalt en tu desarrollo personal

Los aviones suelen desviarse de su ruta durante gran parte del trayecto, pero siempre vuelven al plan de vuelo. Y siempre llegan a su destino. Lo mismo ocurre con nosotros. La cita es del libro «Los siete hábitos de la gente altamente efectiva» de Covey, la cual me ha inspirado.

Abro el correo y me encuentro un mail espontáneo de una paciente, una persona que después de tres años de proceso terapéutico escribe:  

Con lo que más me quedo de este tiempo es la sensación de que AMO LA VIDA como es, con todo lo bueno y lo malo que venga. Ha sido un punto de inflexión en mi vida y me ha ayudado a hacer un cambio de rumbo, madurar y comenzar a hacer y buscar lo que quería. Me siento feliz»

¿Cómo te puede ayudar la terapia Gestalt en tu desarrollo personal?

La terapia Gestalt te puede ayudar a tomar el rumbo de tu vida, como el piloto que ajusta el plan de vuelo para llegar al destino. A veces nos desviamos de nuestro objetivo y necesitamos que alguien desde fuera nos refleje nuestro comportamiento, nuestras actitudes, nuestra manera de sabotearnos y nos recuerde que podemos llegar al destino que nos hemos propuesto. Otras veces, no tenemos claro el destino, y necesitamos un apoyo para no perdernos aún más en la nebulosa.

La terapia Gestalt sirve para ampliar la conciencia; nuestro «darme cuenta». Me suelen decir los pacientes al principio del tratamiento: “todo mi mundo sigue igual, pero me estoy conociendo y esto hace que algo sea diferente, ya no lo vivo como antes”.

La profesión de terapeuta se parece al de farolero, con nuestras preguntas hacemos que se haga la luz, la persona tome conciencia y se puedan producir los cambios.

La terapia Gestalt facilita conocernos profundamente, muchos pacientes cuestionan que esas son «chorradas«, que ya se conocen… Y yo sigo preguntando… Y a la tercera o cuarta pregunta, me miran descolocados y responden: “Eso no me lo había planteado nunca”… Y así comienza la terapia: planteándonos cosas, dejándonos sentir sensaciones nuevas, imaginando escenarios, escuchando perspectivas diferentes a la nuestra, dejándonos acompañar por el terapeuta y por la persona más importante del proceso: nosotros mismos.

La terapia Gestalt nos ayuda a apreciarnos, a querernos y a tratarnos con cariño. Cuanta más ternura siente uno por sí mismo, más va a sentir por quienes le rodean y eso provoca una transformación en sus vidas. La mayoría de los muchos pacientes llegan diciendo que no creen en los psicólogos y yo les digo: «no tienes que creer en mí, sino en ti».

Gracias a la terapia Gestalt potenciamos la confianza en la autorregulación organísmica. En general, las personas no confían en sí mismas, en la vida, en su cuerpo, en el mundo. El cuerpo humano es más preciso que cualquier máquina. La humanidad tiende a estar bien, hasta el más pesimista desea estar bien.

La terapia Gestalt sirve para aprender a diferenciar nuestro ego de quienes somos realmente. Las actuaciones más bochornosas suelen estar diseñadas y ejecutadas desde el ego. Cuando el ego baja, todo se apacigua, la vida es más sencilla, y simple, hay más armonía interna, no hay tanta exigencia. Aprender a diferenciar el narcisismo bueno del malo es una tarea importante y nuclear en un proceso de terapia.

La terapia Gestalt sirve para dejar de sufrir, al menos, por las fantasías, por los pensamientos, y centrarnos más en lo real, en la vida, en el presente, y atender y responsabilizarnos de nuestra existencia. El sufrimiento nos lo provoca nosotros, no lo que nos ocurre. El problema no es lo que nos ocurre, sino cómo interpretamos y, por tanto, vivimos lo que nos ocurre.

A veces la terapia se hace dura y difícil

A veces en terapia se pasa mal. No es fácil «darse cuenta» de nuestras vergüenzas, lo que no nos gusta de nosotros mismos. Al ver los automatismos más rígidos, que casi se nos escapan, a veces queremos tirar la toalla, y escapar: “ya he tenido bastante», «ya he revuelto suficiente», «no quiero profundizar más», «esto no me lleva a ningún sitio». Algunos pacientes dejan el proceso a medias, otros necesitan un descanso y después de meses volvemos a retomarlo con otro enfoque, con energías renovadas.

Es frustrante cuando nos atascamos y creemos que ni con la terapia uno cambia, pero sí se puede cambiar y hacer que nuestra vida sea mejor para nosotros y para los que nos rodean. La clave radica en tener un objetivo en la mente, un compromiso contigo y con la vida, y, motivación para seguir corrigiendo el rumbo cuando te despistas de  tu camino.

A la cita de José Marti: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”; yo añado: «hacer psicoterapia». ¿Te animas?

Si buscas un terapeuta Gestalt en Madrid, zona Nuevos Ministerios, puedo acompañarte. Puedes localizarme en el 660-51-86-62

El Blog

El blog de Coaching-Gestalt es un espacio para compartir. Encontrarás artículos relacionados con psicología, coaching, lecturas recomendadas, reflexiones en modo de historias sobre el Camino de Santiago. Me gustará recibir tus comentarios y te aclararé las dudas que te puedan surgir sobre los temas desarrollados.

Elena Cocho

Realizo terapia individual con adultos, atiendo parejas, asesoro a padres en temas de educación y de gestión de emociones, acompaño a ejecutivos y directivos en sesiones de coaching e imparto talleres.

Últimos artículos

Temáticas

La vida en pareja y sus crisis

A mi consulta llegan muchas personas con dificultades en las relaciones de pareja, sobre todo dificultades para mantener una relación de pareja de manera armoniosa.

Película: Bajo terapia

Es una película que invita a la reflexión sobre aspectos que influyen en la vida en pareja tales como la sexualidad, la intimidad, la sinceridad, la confianza, …

Comentario de la serie: In treatment

¿Qué es la terapia? ¿En qué consiste? Una amiga y compañera de profesión me prestó «In treatment» («En terapia» en español), una serie acerca del

Educación emocional y salud mental

La familia, en concreto, y la sociedad en general, a menudo, etiqueta ciertas emociones como «positivas» o «negativas» y cómo estos juicios pueden influir en cómo experimentamos y expresamos nuestras emociones.