Claves para sobrevivir emocionalmente a la Navidad
Ya está aquí el turrón, las luces de colores y las canciones navideñas en cada esquina. Sin darme cuenta, ha vuelto una época que no me entusiasma especialmente. La Navidad puede ser hermosa para algunos, pero para otros es sinónimo de estrés, exceso y agobio.
A mí me gusta lo sencillo: comer bien, viajar y recordar momentos especiales, o subir a la montaña y sentir las agujetas en el cuerpo al día siguiente. Me gustan las pequeñas cosas. Tal vez sea esa la clave para no morir emocionalmente en Navidad. Porque en esta época del año todo parece ser un “más”: más comida, más compromisos, más regalos, más fiesta.
Si a ti también te abruma, aquí te comparto algunas claves para sobrevivir emocionalmente a la Navidad, centrándote en lo que realmente es importante para ti.
1. Redefine tus expectativas navideñas
No te sientas obligado a cumplir con la «Navidad perfecta» que nos venden en las películas, redes sociales o en tu propia familia. ¿Quieres hacer las cosas según lo esperado o prefieres decidir tú? Define qué es para ti esta época y cómo deseas vivirla:
- Quizás sea compartir una comida sencilla con las personas que quieres.
- O disfrutar de un rato para ti, leyendo un buen libro o dando un paseo.
- Tal vez sea la oportunidad de descansar o viajar a un lugar que te haga soltar lo que no sirve y cargarte de energía.
2. Prioriza lo que te hace bien
La Navidad no tiene por qué ser sinónimo de excesos. Si, como yo, prefieres lo sencillo, aquí van algunas ideas:
- Cuida tu alimentación y tu descanso: come lo que necesites y con lo que disfrutes sin sentirte presionado por tener que comer mucho. Si estás enfermo y necesitas seguir un régimen especial, cuídate, no tienes que saltártelo porque por un día te pueden pasar muchas cosas (intolerancias, hinchazón, alergias…) Las vacaciones también son para descansar, aprovecha a cargarte de energía.
- Muévete y conecta con tu cuerpo: aprovecha a dar paseos en la naturaleza o practicar deporte, puede ayudarte a mantenerte equilibrado física y emocionalmente. A mí me encanta caminar sobre la nieve y bailar para soltar las tensiones y sentir mi cuerpo.
- Escoge tus compromisos: no tienes que asistir a todas las reuniones o fiestas si no te apetece. Aprende a decir “no”, quizás haya personas que no lo entiendan, tienes que elegir entre ser fiel a ti mismo y cuidarte o seguir la tradición. Guarda momentos para estar en soledad.
- Disfruta de lo que sí te gusta de la Navidad: quizás sean las luces, los dulces, el olor de las castañas asadas o la decoración navideña.
3. Escucha tus emociones y permítete sentir
La Navidad también puede removernos emocionalmente, puede recordarnos la ausencia de alguien querido, la soledad de la vida, las pérdidas físicas o materiales o las tensiones familiares. Identifica, reconoce y acepta tus emociones:
- Es normal sentir nostalgia o tristeza. Permítete recordar a los que no están.
- Si te sientes solo, busca momentos de conexión con alguien de confianza o realiza actividades que te gusten.
- Intenta mantener la calma en situaciones tensas. A veces, alejarte un momento y respirar profundo ayuda mucho.
4. Encuentra tu propia tradición
Quizás no te gusten las fiestas tradicionales, y eso está bien. Busca alternativas que te conecten contigo mismo:
- Viaja a un lugar que te inspire tranquilidad y desconexión.
- Crea tus rituales personales, como escribir una carta de agradecimiento o hacer una caminata en la naturaleza. Mi ritual de día 31 suele ser escribir lo malo del año en un pedazo de papel y quemarlo, y escribir mis deseos para el año que empieza.
- Dedica tiempo a actividades que te den alegría y paz, como la lectura, la música o el arte.
5. Regala salud, bienestar
En un mundo donde todo parece que se mide por el tener y lo material, a veces lo más valioso es tu tiempo y tu atención. Reflexiona sobre qué quieres dar y qué deseas recibir. Prueba a hacer regalos consientes, en vez de comprar en automático:
- Un regalo hecho a mano o una experiencia compartida puede ser más especial que algo caro.
- Regala salud, puede aprovechar a regalar sesiones de coaching.
- Dedica tiempo de calidad a las personas importantes para ti. Una conversación sincera puede ser el mejor regalo.
Menos es más
Sobrevivir emocionalmente a la Navidad puede resumirse en menos exigencia y más sencillez. Date el permiso de vivir estas fechas a tu manera, disfrutando de lo que te hace bien y dejando a un lado lo que no resuena contigo. Al final, la clave está en encontrar paz en las pequeñas cosas y en conectar contigo mismo y con quienes realmente importan. No pierdas la perspectiva temporal, la Navidad solo dura unos días al año.
La Navidad puede ser una montaña rusa emocional, pero también puede ser un momento para reflexionar, conectar y disfrutar a tu manera.
Si estas fechas te resultan difíciles y necesitas ayuda para gestionar tus emociones, no dudes en pedir apoyo profesional. Hablar con alguien puede ayudarte a encontrar mayor claridad y bienestar. Soy Elena Cocho, psicóloga, psicoterapeuta y coach. Puedo acompañarte en este proceso.
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