¿Qué es la ira?
La ira es una emoción que socialmente se la denomina negativa; la relacionamos con enfado, agresividad, tensión, hostilidad, fastidio, malhumor, resentimiento.
¿Quién no ha sentido ira?: «Tengo ira acumulada durante mucho tiempo, me afecta en el trabajo, en casa, en mis relaciones…, aunque intento controlarme, me resulta muy difícil y no sé que puedo hacer para deshacerme de ella».
La ira para Juan José Albert, psiquiatra especializado en bionergética y Gestalt, es un impulso cuyo objeto es destruir lo que se interpone entre el sujeto y su satisfacción del deseo o necesidad. La ira para Albert implica una cierta satisfacción (racionalmente explicada) en la venganza.
Para enterarnos de lo que deseamos, de nuestras necesidades, necesitamos estar conectados con nosotros, tener energía suficiente para poder satisfacernos. Hay personas que piensan que es la pareja la que tiene que satisfacer sus necesidades, otros piensan que son los padres, y así un largo etcetera, pero somos nosotros mismos y no terceras personas las que primero nos tenemos que enterar de lo que necesitamos y luego ir por ello.
Características de las personas iracundas
Los iracundos suelen ser seres muy racionales, ya que necesitan justificar su comportamiento ante sí mismos y ante los demás: «Tengo razón», «Es por tu bien», «Se lo merecía», «Ha tenido su escarmiento», «Alguien tiene que acabar con esto»…, etc.
Los iracundos suelen oscilar entre la sumisión (me someto y olvido mis deseos) y la rebeldía (hago lo que me da la gana al precio que sea).
Los iracundos son seres insatisfechos y con baja capacidad para soportar la frustración, si no se pueden satisfacer completamente si no «montan un pollo».
Los iracundos son personas que sufren mucho porque cuando dejan salir la ira, después de la satisfacción racional, suele aparecer mucha culpa. La culpa tiene que ver con la ausencia de responsabilidad en la consecución de sus acciones.
Los iracundos son personas bastante narcisistas, y también bastante inseguras, aunque no lo muestren. Aparentemente se comen el mundo, y, en realidad, dudan de sus capacidades reales. Todo es pura fachada.
Los iracundos creen que no se pueden mostrar vulnerables, porque les dañarán, por eso tienen que estar en guardia, siempre defendidos y en alerta.
Antídotos para la ira
- Identifica tus necesidades, exprésalas y satisfácelas en la medida que puedas, ya que el Principio de Realidad opera para todos. Ejemplo: Quizás no puedas tener un Ferrari, pero puedes tener un Seat para desplazarte.
- Gestiona la frustración originada por los límites del Principio de Realidad.
- Aprende a no callarte, a no acumular. Si intentamos abrir una olla a presión en pleno funcionamiento, nos estallará en la cara. Si dejamos salir el vapor poco a poco, se acaba el peligro de estallido. El ejemplo de la olla es lo que necesitan los iracundos, soltar poco a poco.
- No siempre tienes razón; el otro también tiene sus razones y su visión de la vida. Tus creencias no son ni mejores ni peores que las de otra persona.
- Aumenta la confianza en ti mismo, en tus capacidades, y disminuye los aires de grandeza. Eres quien eres, ni más ni menos que otro. Ni «Dios», ni «un desecho».
- Disfruta con los placeres de la vida.
- Atrévete a mostrarte vulnerable. La fuerza tiene que ver con la ternura, no con la agresividad.
- Aprende a descargar la ira con terapia para la ira.
Terapia corporal bioenergética y Gestalt para la ira
Te preguntarás, ¿Cómo hago para gestionar mi ira? Con trabajo psicoterapéutico integrativo (Bioenergética y Gestalt). Si alguna persona se siente identificada con el artículo y quiere comenzar una terapia, puede contactar con Elena Cocho de Coaching-Gestalt en el 660-51-86-62 (Psicóloga-Analista Bionergético-Terapeuta Gestalt). Tengo el despacho en Madrid, zona Nuevos Ministerios, Orense, Cuatro Caminos.