¿Qué es el placer?
Según el diccionario de la RAE: Agradar o dar gusto. Goce, disfrute espiritual. Satisfacción, sensación agradable producida por la realización o suscepción de algo que gusta o complace. Voluntad, consentimiento, beneplácito. Diversión, entretenimiento.
¡Cuántos conceptos englobados en el placer!, qué sencillo y qué difícil al mismo tiempo.
Nacidos y nacidas para el placer
Hombres y mujeres buscamos lo mismo: el placer, el goce, el disfrute, estar bien, contentos, satisfechos, felices. Cada vez que llega un paciente nuevo a consulta, me doy cuenta de la distancia que le separa entre lo que tiene y lo que desea. «Queremos tranquilidad y vamos a mil», «queremos felicidad y nos pasamos el día amargados», «queremos placer y nos generamos displacer», «queremos ternura y provocamos que nos rechacen», «queremos disfrutar de la vida y solo trabajamos para acumular cosas materiales».
Cuando anteponemos el deber al placer
Muchas personas están más orientadas al deber que al placer, y hasta que no acaban las «obligaciones» no se dan el permiso para el placer, y ¿qué pasa cuando el tiempo se consume solo con las obligaciones y el placer no llega nunca? Que nos generamos insatisfacción, enfado, irritación, desgaste. Estar continuamente pensando, «luego me relajo», «luego disfruto» y ese «luego» no llega nunca. Nos quedamos inmersos en un mundo de reglas, normas, estrés, obligaciones, responsabilidades.
Cuándo lo placentero deja de serlo
Hay personas que viven en el exceso: comida, sexo, tecnología… cuando lo que a priori nos resulta placentero se torna negativo, incómodo, difícil, tiene que ver con el exceso. Comer un dulce nos aporta placer, comer muchos dulces nos enferma. Los «atracones» de comida, de maratones de series, de consumo de vídeos nos ponen más cerca de lo displacentero que de lo placentero.
¿Qué podemos hacer para tener una vida más placentera?
- Revisa tu concepto de placer, qué es lo placentero para ti, qué es lo que realmente te importa en la vida.
- Aprende a posponer las obligaciones y responsabilidades en la medida de lo posible. Es decir, sin «contarnos cuentos», es decir, hay tareas que se pueden posponer y que las consecuencias son asumibles (poner la lavadora se puede posponer, recoger a los niños del colegio no se puede posponer).
- Disfruta en el presente con lo que tenemos, estar en el presente, en el aquí y ahora, aprender a disfrutar con lo que tienes.
- Aprende a pedir claramente lo que necesitas.
- Planifica tiempos de diversión a lo largo de la semana que nos generen motivación e ilusión. Los pequeños placeres son muy satisfactorios.
- No te excedas, aplica el famoso dicho «mejor poco y bueno que mucho y malo».
Si quieres aprender a regular tu vinculación con el placer y buscas un psicólogo en Madrid, puedo ayudarte. Tengo el despacho en Madrid, zona Nuevos Ministerios, Orense. Puedes localizarme en el 660-51-86-62.