¿Qué es un deseo?
Llevo tiempo queriendo escribir sobre el deseo. Aprovechando este tiempo navideño donde tenemos buenos deseos los unos con los otros, voy a escribir unas líneas sobre el deseo.
Los deseos son nuestras necesidades revestidas de afecto. (Tomado del Psiquiatra y Neurólogo Juan José Albert). Por ejemplo, para que nos entendamos: Dos personas pueden tener una necesidad: la necesidad de beber. Dicha necesidad para una persona puede ser una necesidad fisiológica: su cuerpo le pide hidratación y azúcar y bebe una fanta de naranja, como podría haberse bebido un acuarius o un vaso de agua, y así satisface su necesidad. Sin embargo, para otra persona, su necesidad de beber no se satisface con cualquier bebida. Piensa, imagina, fantasea que se bebe una Fanta de naranja, y solo quiere la Fanta de naranja. ¿Por qué? Porque es un deseo. Beber la fanta le conecta con la infancia, cuando sus padres los domingos le daban una fanta y comían todos juntos y se reían y compartían en familia…
En el primer caso la necesidad es una necesidad fisiológica, y en el segundo ejemplo es un deseo.
¿Qué haces con tus deseos?
Hay personas que por su carácter exigen que todos sus deseos se vean satisfechos al instante, y los exigen al ambiente, a las personas de su entorno y a la vida. Suelen exigir más a las personas que tienen cerca: pareja, amigos, familia. Su forma de exigir es en forma de «pataleta», como cuando eran niños/niñas; si sus deseos no se ven satisfechos se frustran.
Otras personas, sin embargo, van siempre posponiendo sus deseos, y satisfaciendo los deseos de otros como si fuesen deseos propios, y terminan confundidas y sin saber lo que desean. Dichas personas se tratan a sí mismas de una manera poco generosa, sin concederse deseos, ya que asocian: Deseo = Cuidado = Capricho = Egoísmo = Debilidad.
Hay personas que han tenido padres muy «prácticos», poco tiernos, poco cuidadosos con las necesidades y deseos de sus niños. Si un niño pide un juguete, por sistema, los padres le hacen un regalo «práctico», que el niño no ha pedido, ni tampoco deseaba.
Animo a mis pacientes a que pidan por Navidad aquellos objetos, experiencias, etc. que siempre desearon. De adultos, de manera simbólica, se puede reparar lo que no se tuvo en la infancia. En la edad adulta podemos cuidarnos, satisfacernos e ir detrás de nuestros deseos. Ya no dependemos de que los otros nos cuiden, no dependemos del entorno. De adultos es nuestra responsabilidad satisfacer nuestros deseos.
Podemos hacer nuestros deseos realidad
Cuando somos adultos, es nuestra responsabilidad permitirnos lo que deseamos, siempre atendiendo al principio de realidad: «Las cosas no se consiguen solas». Para conseguir nuestros deseos tenemos que hacer nuestra parte. Es decir, que si siempre que deseo cosas no me pongo en acción, seré un insatisfecho y un frustrado toda la vida. Por ejemplo, si quiero estar más delgado y no estoy dispuesto a ponerme a dieta para conseguirlo, siempre estaré con la queja y anhelando algo que no llega.
«El que quiere hacer algo consigue un medio. El que no quiere hacer, encuentra una excusa». Stephen Dolley
Psicoterapia para conseguir tus deseos
Coaching-Gestalt desea que seáis conscientes de vuestros deseos y que los hagáis realidad con dosis de trabajo interno, autocuidado y paciencia.
Si quieres ser coherente con tus deseos y dejar de procrastinar, comienza tu proceso de psicoterapia. Soy Psicóloga y psicoterapeuta en Madrid, zona Nuevos Ministerios. Puedes localizarme en el 660-51-86-62.