El coaching está de moda: diferencias clave entre coaching y psicoterapia
El coaching está de moda. En Estados Unidos, tener un coach es casi un símbolo de estatus; algo que se comparte en redes sociales con orgullo, como tener un personal shopper o un entrenador personal. Pero, ¿quién habla de que acude a sesiones de psicoterapia?
Ir a terapia, incluso hoy en día, sigue siendo un tabú. Está mal visto, no se comparte, no hablamos de ello. Sin embargo, tanto el coaching como la psicoterapia son procesos valiosos, aunque sus enfoques y objetivos sean diferentes.
¿Para qué sirve el coaching?
El coaching es, desde mi punto de vista, un proceso muy valioso de crecimiento personal. Está orientado al futuro, con el foco puesto en los objetivos y los cambios que queremos implementar en nuestras vidas. Sin embargo, no todas las demandas de los clientes pueden abordarse desde el coaching.
Por ejemplo, mientras que la psicoterapia revisa el pasado para comprender patrones y desbloquear emociones, el coaching se centra en el «aquí y ahora» para avanzar hacia el futuro deseado. Un coach no trabaja sobre heridas emocionales profundas ni revisa biografías dolorosas, porque ese no es su ámbito de actuación.
Psicoterapia: un proceso más profundo
Es innegable que un proceso de psicoterapia es más amplio que uno de coaching. Implica revisar el pasado, trabajar con nuestras emociones, y, en muchos casos, enfrentarnos a aquello que hemos evitado durante mucho tiempo. La psicoterapia no solo nos ayuda a entender por qué nos sentimos de determinada manera, sino que también nos da las herramientas para sanar y construir un futuro más pleno.
Por el contrario, el coaching nos ayuda a identificar objetivos y planificar estrategias para alcanzarlos, pero no aborda las raíces emocionales o psicológicas de los problemas. Ambos procesos tienen su valor, pero es importante saber cuál necesitamos en cada momento.
Un buen coach necesita un profundo conocimiento del ser humano
Cada vez más personas deciden formarse como coaches. Sin embargo, detrás de la palabra “coach” debe haber un profesional con amplios conocimientos sobre el ser humano, sus emociones y su psicología.
Un buen coach no solo necesita habilidades técnicas, sino también cualidades como la empatía, la honestidad, la capacidad de comunicación, y, sobre todo, un profundo conocimiento de sí mismo. Idealmente, un coach debería haber realizado su propio proceso de psicoterapia, que le haya proporcionado desarrollo personal y herramientas para sostener emocionalmente a sus clientes.
¿Nuestra sociedad está más preparada para el coaching que para la terapia?
A veces me pregunto: ¿nuestra sociedad está más preparada para el coaching que para la psicoterapia? ¿Seguimos teniendo miedo o pudor a acudir al psicólogo?
Parece que decir “tengo un coach” es algo moderno, incluso deseable, mientras que admitir que vamos al psicólogo genera incomodidad. Quizás esto explique por qué proliferan coaches sin formación en psicología, porque resulta más sencillo vender una solución rápida y orientada al futuro.
Sin embargo, desde el ámbito de la salud, los psicólogos tenemos un reto importante: normalizar la psicoterapia y alejarnos del estigma de los “loqueros”. Eso no significa “psicologizarlo” todo, sino entender la demanda del cliente, ser honestos y proponer la metodología más adecuada para cada caso.
Coaching o psicoterapia: ¿cuál necesitas?
Entonces, ¿coaching o psicoterapia? Depende. Depende de la demanda del cliente, de su disposición a explorar el pasado, de su estado emocional, de sus objetivos y de su capacidad de introspección.
El coaching funciona muy bien para quienes tienen claro lo que quieren conseguir y buscan estrategias para lograrlo. Por otro lado, la psicoterapia es esencial para quienes necesitan sanar heridas emocionales, comprender patrones de conducta o gestionar sufrimientos profundos.
Reflexión final
Está claro que decir “tengo un coach” está bien visto, especialmente en el ámbito empresarial. Pero no deberíamos descartar el enorme valor de la psicoterapia, que es un proceso más completo y profundo.
Ambos enfoques tienen su lugar, y lo importante es entender que no son excluyentes, sino complementarios. ¿Por qué elegir? El verdadero cambio empieza por saber qué necesitas y estar dispuesto a trabajar en ti mismo, ya sea explorando tu pasado o proyectándote hacia el futuro.
Conmigo no necesitas elegir entre coaching o terapia. Como psicóloga y coach, integro ambas herramientas para ofrecerte un acompañamiento completo, adaptado a tus necesidades y objetivos. Juntos podemos explorar tu pasado, diseñar tu futuro y ayudarte a conseguir el bienestar que buscas.
¿Te animas a empezar? Ponte en contacto conmigo y descubre cómo podemos trabajar juntos.
Correo electrónico: elenacocho@gmail.com
Móvil: 660-51-86-62