La soledad digital: Tinder es un refugio temporal
La experiencia de sentirse solo en ciertas etapas de la vida, especialmente en un mundo cada vez más conectado pero, paradójicamente, más individualista, introduce el uso de aplicaciones como Tinder como una respuesta a esta necesidad de conexión, pero también como una alternativa que puede generar más problemas que soluciones.
¿Qué enmascaras con Tinder?
Tinder, igual que el resto de aplicaciones de citas, ayuda a poner en contacto a personas que buscan pareja, pero cada vez hay más usuarios que se quejan de que se pasan largas horas chateando con diferentes personas sin llegar a tener una cita real. ¿Por qué sucede esto si lo que «aparentemente» quieren las personas es contactar con otro ser humano?
El miedo al contacto piel a piel
Cada vez tenemos más miedo a los contactos reales, contactos con personas de carne y hueso, personas que te miran a los ojos, personas que te pueden cuestionar tus creencias, tu forma de ver y entender el mundo. Cada vez hay más miedo a lo real y proliferan los contactos virtuales. Solo hace falta mirar cómo se entretienen los adolescentes hoy en día, en vez de jugar en la calle con una pelota, al conocido juego «beso, verdad o atrevimiento»; lo que hacen es pasarse muchas horas con juegos on-line.
El mundo virtual proporciona un anonimato que permite a muchas personas fingir de manera consciente ser otra persona. Como si de un juego virtual se tratase, te puedes convertir en quien tú quieras porque nadie te va a poder desenmascarar.
Todos tenemos una parte idealizada de nosotros mismos; si solo queremos que se vea esa parte idealizada, nos engancharemos a los juevos virtuales y evitaremos los contactos presenciales.
El vacío existencial
Con este panorama social es normal que proliferen las aplicaciones para que las personas chateen. Es como una anestesia, hablar de cosas livianas, sin importancia, como forma de rellenar el vacío existencial.
Las largas jornadas de trabajo, el aumento de la tasa de parejas divorciadas, el paro que se ha disparado y que obliga a muchas personas a emigrar para poder tener acceso a un trabajo, muchos niños sin un adulto que les supervise, son algunos de los factores que hacen que cada vez estemos más solos.
Ansiedad y depresión
La soledad, igual que la ansiedad y la depresión, es una epidemia en estos tiempos que nos ha tocado vivir. Para unas cosas estamos muy avanzados: muchos avances tecnológicos, también en la salud; por ello, ha aumentado la esperanza de vida; sin embargo, cada vez estamos más solos.
La soledad es interna y nadie desde fuera te va a llenar el agujero de la soledad. Puedes buscar un relleno temporal: hay personas que se hinchan a comida, otras a viajar, a otras les da por el sexo compulsivo, por largas horas frente al ordenador o la televisión… Todas son maneras de no contactar con el vacío interno, ese que todos tenemos, porque somos seres que hemos nacido solos y nos moriremos solos, pero no queremos enterarnos.
Cada uno es responsable de saber acompañarse, sostenerse, proporcionarse lo que necesita con responsabilidad y ternura.
Tinder también tiene bondades: te acerca a personas fuera de tu círculo
Tinder también tiene sus bondades; bien usada, te ayuda a poder contactar con personas fuera de tu radio de conocidos, personas con forma de vida totalmente diferente a la tuya, con sistemas de creencias y valores diversos. Te permite la posibilidad de conocer a personas que quizás no viven tan lejos de ti, pero que si no fuese por un contacto virtual sería «imposible» que se pudiese dar un contacto en el mundo real.
La solución a la soledad no se encuentra en una aplicación, sino en la construcción de relaciones auténticas y significativas en la vida real. Os invito a reflexionar: Y tú ¿Qué prefieres? ¿Realidad o mundo virtual? ¿Cómo usas Tinder o cualquier aplicación virtual? ¿Te escondes detrás de la pantalla?
Psicóloga en Madrid para la soledad digital
Si es tu caso y buscas una psicóloga en Madrid para salir del mundo virtual y generar más contactos reales, puedo ayudarte. Soy psicóloga, psicoterapeuta. Tengo despacho en Madrid, aunque también atiendo online, para este tipo de consultas te voy a recomendar sesiones presenciales. Puedes localizarme en el 660-51-86-62 y en el mail elenacocho@gmail.






