¿Qué es el duelo?
La palabra duelo proviene del término latino “dolos”, que significa dolor. El duelo es una reacción natural ante la pérdida de un objeto amado, sea este real o imaginario, y como el proceso necesario para superar esa pérdida y aprender a vivir sin ese objeto.
El duelo es universal; con independencia de las características culturales y socioeconómicas de los implicados, desencadena manifestaciones físicas, psicológicas y sociales de intensidad y duración variables, aunque proporcionales a la importancia y significado que tenía el fallecido para la persona doliente.
El duelo es un proceso dinámico, doloroso y también terapéutico si se sabe reconocer y aceptar y se consiente su expresión sin trabas, ya que permite adaptarse progresivamente a la pérdida y a la nueva situación que esta deja tras de sí. El trauma psicológico que ocasiona una muerte en los más allegados al difunto necesita siempre de un cierto tiempo para poder absorberse antes de que la persona recobre su equilibrio.
El duelo es dolor
El duelo es uno de los dolores más intensos, desbordantes y confusos que el ser humano puede llegar a sentir.
El dolor ante el fallecimiento de un ser querido conlleva en general un largo y costoso proceso de elaboración y ajuste de la propia vida.
En ninguna otra situación, como en el duelo, el dolor producido es total. Es un dolor biológico que duele el cuerpo. Físicamente, el dolor se manifiesta en diversas zonas del cuerpo y frecuentemente se refiere a la zona torácica, cerca del corazón, como si el dolor fuera del corazón.
Dolores:
– Psicológico: duele la personalidad. Duele en todos los aspectos de uno mismo, en la forma de ser.
– Social: duele la sociedad y su forma de actuar y de cómo es.
– Familiar: nos duele el dolor de otros. El dolor nos fraterniza con otros que también están sintiéndolo.
– Espiritual: duele el alma. Hay un dicho popular que expresa cuando el dolor es intensísimo, se dice “me duele hasta el alma”.
Definiciones relacionadas con el duelo
Otras definiciones relacionadas con el duelo que merece la pena abordar:
Pérdida: Es la experiencia, la vivencia de la pérdida o cambio en alguno de los aspectos de la vida, como la salud, un ser querido, bienes materiales, sueños y deseos.
Sufrimiento: Cuando el dolor se instala de forma que solamente podemos sentir, pensar, comer, oír, y ver dolor, y entonces tarde o temprano empezamos a sufrir.
El dolor tiene sentido en cuanto es la forma de adaptarnos al cambio. Mientras que el sufrimiento entendido como un sentimiento circular que no genera otra cosa que más sufrimiento, no tiene un efecto positivo en nosotros, muy al contrario, es fuente de enfermedad tanto psicológica como física.
El antídoto al sufrimiento
El gran antídoto del sufrimiento es reconocer, comprender y aceptar lo que está pasando. Cuando le damos sentido al dolor que sentimos, podemos traspasarlo. Cuando caemos en la oscuridad del no aceptar que esto es necesario, es cuando podemos quedar atrapados en el sufrimiento.
En la práctica diaria, como en la terapia, observo diferentes tipos de personas, unas “enganchadas” al sufrimiento, como si el sufrimiento las santificase, y otras son especialistas en evitar el dolor.
El dolor es adaptativo, sano y natural. El sufrimiento como hábito es insano, bloqueante y neurótico.
Si estás sufriendo y buscas ayuda profesional, puedo ayudarte. Soy psicóloga, tengo el despacho en Madrid, zona Plaza de Castilla. Puedes localizarme en el 660-51-86-62.
(Artículo elaborado a partir de la lectura de la tesina de Ferrán Lugo Monforte. La terapia Gestalt en el duelo por muerte de un ser querido. AETG, 2013)
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