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Cultivar la atención mediante la meditación y la terapia Gestalt

Según el Ministerio de Seguridad Social, las bajas motivadas por problemas y trastornos de salud mental entre la población ocupada se han incrementado cerca de un 120% (118%) entre 2016 y 2023.

En un mundo donde las distracciones son cada vez más frecuentes, es esencial encontrar momentos para nutrir nuestro cuerpo, mente y espíritu. Por eso, es esencial cuidar nuestro bienestar mental a través del autoconocimiento que proporciona la meditación y la terapia Gestalt.

Atención y meditación

La atención es estar presente en cada tarea rutinaria de la vida, no solo se practica en la meditación.

La meditación no solo nos ayuda a calmar la mente, sino que también es una poderosa herramienta para reconectar con nuestro ser interior. En un mundo lleno de estímulos, la meditación nos ofrece un refugio, un espacio de paz donde podemos explorar nuestras emociones, reducir el estrés y vivir de manera más consciente.

A través de la práctica diaria, no solo aprendemos a manejar nuestros pensamientos, sino que también desarrollamos una resiliencia emocional que nos ayuda en nuestro bienestar general. Ya sea que estemos comenzando o seamos un practicante experimentado, siempre hay algo nuevo que descubrir en el arte de meditar.

Cuando nos sentamos a meditar, lo primero es respirar prestando atención al cuerpo y a la respiración. A esto llamamos, respiración consciente, chequeamos cómo estamos, es decir, «ponernos el termómetro emocional».

La mente está loca

Cuando paramos y prestamos atención, nos damos cuenta de lo loca que está nuestra mente y lo deprisa que funciona. Algunas personas se asustan, les resulta difícil este «primer darse cuenta» y abandonan la meditación diciendo que meditar es difícil. Meditar no es únicamente dejar la mente en blanco. La mente nunca se queda en blanco, los pensamientos son automáticos. Meditar es observar nuestros pensamientos sin modificarlos y sin recrearnos.

Lo primero es callar los chillidos mentales. Calmamos la mente apoyándonos en la respiración (prestando atención a cada inhalación —subida— y a cada exhalación bajada—). Calmamos la mente cuando solo observamos los pensamientos sin apegarnos a ellos.

El sufrimiento

Para poder escucharnos interna y emocionalmente, tenemos que bajar el ruido interno. El ruido nos acelera y nos desconecta de nosotros. El ruido se produce por alguna emoción que nos está produciendo «dolor» (ira, rabia, frustración, rencor, enfado…). Cuando nos duele algo, puede ser por dos cosas:

  1. Tenemos algo que no queremos: Aversión
  2. No tenemos algo que queremos: Deseo

La aversión es tener algo que no queremos, por ejemplo: tener unos vecinos ruidosos. El deseo es no tener algo que queremos, por ejemplo: tener una casa más grande y luminosa.

A través de la meditación podemos aprender a dejar de sufrir, a desmantelar el sufrimiento, siendo conscientes de cómo nos lo hemos creado. Los sufrimientos siempre son internos, por eso es recomendable prestar atención a lo que hacemos con lo que la vida nos trae, ya que el sufrimiento no tiene relación con lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

El exceso de actividad, de «estar fuera», nos desconecta de nosotros mismos, de nuestro interior; perdemos el contacto interno. El ritmo actual de la sociedad, la forma de vida «moderna» (largas jornadas de trabajo, el ruido de la ciudad, los atascos, el cambio introducido por la tecnología en la manera de relacionarnos y comunicarnos, etc.), favorece esta desconexión; por ello, proliferan las enfermedades mentales, que no dejan de ser enfermedades del alma. Cada vez hay más personas perdidas, que funcionan en automático, que están desenergetizadas. Son muertos vivientes, como en las películas de zombis.

Aprender a estar atentos

Mientras la mente está interesada en algo, está enfocada, no hay pensamiento, estamos concentrados y atentos. Esto puede suceder en cualquier área de la vida: redactando un informe, observando el juego de nuestro hijo, respirando el olor del mar, tocando el piano, repitiendo una palabra extranjera, etc. Cuando decae el interés de la mente por una actividad, entra el pensamiento.

En la meditación, cuando la atención y la concentración se desarrollan, la mente es capaz de estar interesada y enfocada en la respiración consciente, que es la base de la meditación. Nos ponemos a pensar cuando perdemos el interés por la respiración.

En la vida, nos ponemos locos y nos desenfocamos cuando baja la atención y perdemos interés en lo que hacemos. Así que todo depende del interés y de la atención. Lo que más deleita a la mente es la calma. A la mente no le gusta la agitación; así que cuanto más practiquemos la meditación, más fácil nos resultará, ya que a la mente, como a nosotros, le gusta el placer, en su caso, el placer de la calma. Del principio del placer se ha hablado mucho, tanto Freud como Wilhelm Reich, pero eso es asunto de otro artículo.

Primeras recomendaciones para comenzar a meditar

  • Observar los pensamientos
  • Cultivar la atención y la concentración
  • Aprender a enfocar la mente para que no pierda interés
  • Observar cómo te manejan las emociones
  • Diferenciar los pensamientos y los sentimientos
  • Diferenciar necesidad y deseo

Terapia Gestalt y budismo

La terapia Gestalt comparte similitudes con el budismo, ya que Fritz Perls, el creador de la Gestalt, se nutrió de las enseñanzas budistas. Una combinación excelente es la terapia Gestalt con la meditación. La base de la Gestalt es el «darse cuenta del mundo emocional», aceptarlo y responsabilizarnos de nuestra vida, más allá de lo que nos traiga la vida.

Frente al modelo binario (una instancia que siente y otra que se percata), Albert Rams, pionero de la terapia Gestalt, propone un modelo ternario. Una tercera instancia capaz de ver patrones automáticos de comportamiento y de pensamiento, así como los patrones emocionales, que con entrenamiento es capaz de distinguir lo verdadero de lo falso.

Si buscas un terapeuta Gestalt en Madrid, puedo acompañarte. Tengo el despacho en Madrid, zona Plaza de Castilla Puedes localizarme en el 660-52-86-62.

Nota: Para la redacción de este artículo me he apoyado en las enseñanzas de la Maestra Yotika, monja budista y Abadesa del Monasterio El Olivar del Buda. https://www.elolivardelbuda.com/

 

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El blog de Coaching-Gestalt es un espacio para compartir. Encontrarás artículos relacionados con psicología, coaching, lecturas recomendadas, reflexiones en modo de historias sobre el Camino de Santiago. Me gustará recibir tus comentarios y te aclararé las dudas que te puedan surgir sobre los temas desarrollados.

Elena Cocho

Realizo terapia individual con adultos, atiendo parejas, asesoro a padres en temas de educación y de gestión de emociones, acompaño a ejecutivos y directivos en sesiones de coaching e imparto talleres.

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