A comienzos de cada año, es habitual que nos planteemos propósitos, metas y objetivos personales. Algunos son clásicos: “perder peso”, “comer sano”, “ir al gimnasio”, “pasar más tiempo con los amigos”, “equilibrar mi vida personal y laboral”… Pero, al finalizar el año, ¿cuántos de estos propósitos realmente hemos cumplido?
¿Qué es un propósito?
Un propósito no es simplemente un deseo. Un propósito es un deseo acompañado de un plan de acción y un compromiso firme con uno mismo para lograr lo que se desea. Si no creamos un plan concreto, podemos desear muchas cosas, pero conseguir muy pocas.
¿Por qué no conseguimos nuestros deseos?
Existen múltiples razones que dificultan alcanzar nuestros propósitos. Vamos a analizar las más frecuentes:
- Falta de reflexión sobre las implicaciones de nuestro propósito: Cada objetivo o meta que nos marcamos conlleva ciertas tareas, actividades, decisiones…Tener claras cuáles son las implicaciones de nuestro propósito es básico para llegar a buen puerto.
- Baja capacidad de sacrificio y constancia: Las logros no se consiguen por arte de magia. Los logros requieren esfuerzo y renuncias. Por ejemplo, es imposible perder peso sin cambiar la dieta y sin renunciar a ciertos alimentos, que quizás sean con los que más disfrutamos. Hay personas que se les hace muy difícil sacrificarse por lo que quieren, y a mitad de camino, tiran la toalla, ya que ven más dificultades que ventajas; se les ha olvidado su propósito.
- Miedo al éxito: algunas personas tienen miedo a que les vaya bien y ver cumplidos sus sueños, sus objetivos, sus metas; en definitiva que su deseo se haga realidad. En estos casos, el miedo a lo positivo es más limitante que el miedo al fracaso, nos convertimos en nuestros propios saboteadores, evitamos conectar con nuestra satisfacción de conseguir nuestros logros.
- Escasa planificación, organización y gestión del tiempo: el tiempo es un bien preciado en la sociedad actual; necesitamos organizarnos y aprender a gestionar nuestro tiempo para llegar a lo que queremos. Hay personas que el tiempo, la vida se les escapa, son maestros de la procrastinación: “mañana lo haré”, y postponiendo, postponiendo…llegan al final de su juventud, madurez o incluso de su vida.
- Baja motivación para superar los obstáculos: Necesitamos alimentar nuestra motivación de manera diaria para que el deseo siga vivo, y no tirar la toalla ante la primera dificultad y terminar desviándonos de lo que nos hemos marcado como propósito.
¿Qué puedo hacer para conseguir mis propósitos?
Lo primero es aprender a fijarnos objetivos. Los propósitos tienen que depender de nosotros y ser cuantificables y medibles en el tiempo. También, como decía al principio del artículo, tener en cuenta las implicaciones y consecuencias de nuestros propósitos. Recordar que algunas tareas, decisiones y actividades nos gustarán más, nos resultarán más fáciles y/o cómodas que otras y sin embargo otras nos generarán más frustración y cansancio. Todas ellas nos llevan hacia lo que queremos. Tener en cuenta esto nos ayudará a acercarnos a lo que queremos y no desviarnos de nuestro objetivo.
El coaching te puede ayudar a hacer realidad tus deseos y propósitos
El coaching puede ser un gran aliado para hacer realidad tus deseos y propósitos. A través de esta metodología, aprenderás a enfocarte, mantener la constancia, gestionar mejor tu tiempo y superar los bloqueos que te impiden avanzar.
Recuerda: Los deseos se hacen realidad con constancia, trabajo personal, motivación y organización. El coaching te puede ayudar a hacer realidad tus deseos y propósitos.
Soy Psicóloga, psicoterapeuta y coach en Madrid. Te acompaño si te propones conseguir algún objetivo o propósito o quieres realizar algún cambio significativo en tu vida. Tengo consulta presencial en Madrid, zona Nuevos Ministerios /Orense / Cuatro Caminos. También ofrezco acompañamiento on-line.
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