Divorcio, crisis económica y relaciones
Desde que existe el divorcio «exprés», hay parejas que tardan menos en separarse que en casarse. ¿No conoces alguna pareja que ha tardado dos o tres años en casarse porque quería tenerlo todo «perfecto»? Y, sin embargo, ¿cuánto han tardado en separarse?
La crisis económica está haciendo que muchas parejas sigan «esposadas por la hipoteca», ya que el divorcio reduce la capacidad económica de ambos miembros. Muchas parejas se ven obligadas a convivir bajo el mismo techo. Para algunos puede ser un horror, pero ¿por qué no vemos algo positivo en esta situación?
Cambios en las relaciones de pareja
Si antes las parejas no se divorciaban tanto como ahora, ¿qué ha cambiado? Nosotros. Los individuos que formamos las parejas estamos cada vez más absortos en nuestras meteóricas carreras profesionales, con menos paciencia, con menos libertad para elegir lo que queremos y no queremos, con patrones cuestionables sobre la felicidad e infelicidad. Tenemos menos tiempo para nuestros hijos, acumulamos más cosas materiales, pero nos sentimos más solos y con menos capacidad para expresar el afecto.
Problemas de comunicación en pareja
La mayoría de los problemas en las relaciones de pareja surgen por dificultades en la comunicación. A lo largo de la vida en pareja, las necesidades y deseos individuales cambian, y es fundamental aprender a expresarlos y a negociar con nuestra pareja. Las parejas necesitan complicidad, libertad, confianza, alegría, cariño, sensibilidad, paciencia (o mejor dicho, mucha paciencia), independencia («me gustaría hacer un viaje al menos una vez al año con una amiga, sin mi marido», ¿no lo has escuchado alguna vez?) y, en algunos casos, la posibilidad de ser padres («le dije que no quería hijos, pero ahora siento la llamada de la maternidad/paternidad y tengo miedo de perderle si se lo expreso»).
La terapia de pareja como solución
Como psicóloga, terapeuta de parejas y esposa, se me encoge el alma cuando escucho tantos casos de parejas que podrían resolverse si ambos miembros fuesen capaces de perdonar, cerrar heridas, cambiar de perspectiva, superar miedos y aprender nuevos códigos de comunicación.
Aquí es donde aparecen los beneficios de ir a terapia de pareja. La terapia de pareja es una inversión, y merece la pena intentarlo. A menudo nos ponemos muchas excusas (por los hijos, por la hipoteca, por no dar un disgusto a la familia…), pero ¿y si lo intentamos por nosotros mismos? Por la pareja, por la vida en común, por compartir, por crecer juntos, por apoyarnos, por aprender, por enriquecernos…
Conclusión
¡Así que, bienvenida sea la crisis si nos ayuda a separarnos menos y a fortalecer nuestras relaciones!
Si buscas una psicóloga en Madrid para ayudarte en tu relación de pareja, puedo acompañarte en una consulta personalizada. Atiendo en mi despacho presencial en Madrid, zona Plaza de Castilla.
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